Entrevista a Marco Bertolotti, handbolista argentino. Publicado en el diario El
Litoral y en el suplemento Mirador Provincial del diario Clarín de Buenos Aires
en agosto de 2020.
Tras una temporada en el handball italiano, Marco Bertolotti viaja este miércoles rumbo a Francia. Desde la tercera división gala el formado en Amistad y Unión (Rosario) buscará mejorar su carrera deportiva en Grenoble.
Interview with Marco Bertolotti. He is an Argentinean handball player.
Published in El Litoral newspaper and Mirador Provincial inside Buenos Aires's
Clarin in August 2020.
Tras una temporada en el handball italiano, Marco Bertolotti viaja este miércoles rumbo a Francia. Desde la tercera división gala el formado en Amistad y Unión (Rosario) buscará mejorar su carrera deportiva en Grenoble.
Marco es el primer handbolista rosarino y nacido en la provincia de Santa Fe que logró
traspasar las fronteras argentinas. En la temporada 2019/2020 formó parte del
Pallamano Ragusa en esta ciudad de la isla de Sicilia. En los últimos días se
confirmó la transferencia al Grenoble SMH 38 Handball de esa localidad del
sureste francés. El club de destino de Bertolotti está en la tercera división
nacional francesa denominada Nacional 1. El miércoles emprenderá el viaje que lo
dejará en la región alpina gala.
“La liga francesa junto a la alemana son las
dos mejores del mundo. Compiten para ver cuál es la mejor. Es una gran
oportunidad para seguir creciendo y para ver a cuánto puedo llegar”, dice Marco
Bertolotti a El Litoral.
Marco, de 1,85 metros de alto y 21 años de edad,
comenzó a jugar a los 8 en Río Negro, un club de su ciudad. “Empecé a jugar de
casualidad. Una vez acompañé a mi hermana a un entrenamiento que ella ya hacía.
En el mismo, se me acercó la entrenadora y me ofreció de probar. Lo hice y no
dejé nunca más”, afirma. De la entidad blanquinegra pasó al Club Amistad y Unión
de barrio Azcuénaga. A los 16 años, se mudó a Buenos Aires para vestir la
camiseta de Colegio Ward. Luego, a los 18, volvió a Amistad y Unión. En 2019,
con 20 años, tuvo su experiencia de una temporada en Italia.
Si bien el Grenoble
está en tercera división, tiene chances de subir a la segunda llamada Proligue.
La primera se denomina Starligue. “Este es un contrato profesional con
proyección a largo plazo de estar jugando en la Proligue. Este club justamente
jugaba en la segunda división, pero por problemas económicos tuvo que descender.
El objetivo del club es de vuelta ir a la Proligue”, asegura el extremo
izquierdo.
Como cualquier deportista argentino, a Marco le gustaría vestir la
camiseta albiceleste algún día. El deportista ya estuvo en preseleccionados
nacionales en juveniles. “Siempre fue mi objetivo, pero hoy en día por la corta
edad que tengo la veo difícil. Si hago una buena temporada, y si me quedo en
clubes franceses con el correr del tiempo, es una meta aproximadamente a los 24
años, dentro de dos, tres años poder estar formando parte del plantel de la
selección nacional. Depende de mí, pero hay que ver que el cuerpo técnico así lo
desee”, afirma con madurez.
Bertolotti le apunta al certamen francés más que a
la Asobal española que también tiene mucho prestigio y una buena cantidad de
jugadores argentinos en sus clubes. “Mi objetivo es jugar en la Starligue que es
la primera francesa. Siempre apunté a eso. Si me saliera alguna oportunidad en
Asobal, vería qué es lo que me conviene en ese momento”, comenta.
A la hora de
hablar de referentes, prefiere mencionar a un amigo y no a una figura
internacional. “De chiquito a mí me gustaba mucho cómo jugaba un ahora amigo mío
que es de acá, de Rosario. Se llama Iván Podoroska. Es el hermano de Nadia
(tenista profesional). Él en su momento jugaba muy lindo. De chiquito, con 13,
14 años yo siempre lo observaba para copiarle y para admirar su juego”.
Falta de infraestructura
Pese a ser un deporte muy practicado en colegios primarios y secundarios, el
handball rosarino tiene una competencia débil a nivel clubes en comparación al
certamen porteño. Sobre esto, Bertolotti dice: “Más que nada lo que le hace
falta a Rosario para su crecimiento es la infraestructura. No hay
infraestructura. Es feo decir que no hay una cancha de parquet. Las canchas de
handball son de teraflex o de parquet y acá en Rosario ni una final se juega en
alguno de los dos. Son de baldosa. Con todo lo que eso conlleva. Más lesiones,
muy perjudicial para las articulaciones. Cambiaría muchísimo si hubiera algo más
grande, con más proyección. Tal vez en clubes más importantes como Newell's,
Central”.
No obstante esto, la experiencia de Marco en Europa puede ser un
factor inspirador para chicos que juegan en la Asociación Rosarina de Handball:
“Espero que sirva como un estímulo a que ellos también lo intenten, si así lo
desean”.
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