Entrevista a Ezequiel "Chimy" Ávila, jugador del Osasuna. Publicado en el suplemento Mirador Provincial del diario Clarín de Buenos Aires en marzo de 2020.
Interview with Ezequiel Chimy Avila. He is an Osasuna footballer. Published in Mirador Provincial inside Buenos Aires's Clarin in March 2020.
Foto: The Associated Press.
El delantero Ezequiel Ávila, goleador y figura del Osasuna español, se recupera por estos meses de una lesión grave. El rosarino pasó por distintas adversidades y mira ahora para adelante con una fe inclaudicableLas lesiones en los deportistas son lo peor que les puede ocurrir. Ahora, si una dolencia se da en un momento de crecimiento pleno y donde se alcanza un gran rendimiento, eso duele más. Eso le sucedió a Ezequiel “Chimy” Ávila el 24 de enero de este año.
El atacante llevaba nueve goles en la liga española con el Osasuna. Tan bueno venía siendo lo suyo que el Barcelona y el Atlético de Madrid lo tenían en carpeta como refuerzo. La rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda dejó esos planes en la nada. Desde aquel día es un volver a empezar para el futbolista nacido en Rosario. “Estaba en un momento lindo porque entraban los balones. El equipo estaba haciendo las cosas bien. A veces las cosas llegan cuando uno menos lo espera, pero hay que estar fuerte para superar esto”, le dice Ezequiel a El Litoral desde su casa en Pamplona. “Uno sabe que es difícil a veces afianzarse en otra liga que no es la de Argentina. Hay que estar tranquilos. Hoy tengo la cabeza en la recuperación y en tratar de volver más fuerte que nunca”, agrega.
- Se decía que estuviste en la mira del Barça cuando te lesionaste. ¿Cómo hiciste para digerir eso?
- Yo tomo siempre el concepto de mi madre. Cuando es para uno, lo es; y cuando no lo es, no lo es. A veces uno tiene que poner la cabeza en lo que viene. No en lo que pasó o en lo que iba a pasar porque uno nunca sabe. Hoy me toca convivir con esta lesión, pero volveré más fuerte tratando de ser el mismo para que puedan haber más llamados.
- ¿Cómo fue tu vida en Huesca? ¿Cómo es tu vida en Pamplona?
- La gente te ayuda a que las cosas sean más fáciles. Por el cariño que te da. Soy muy querido acá y se agradece mucho. Vivir en Pamplona y en Huesca son dos cosas distintas, pero con el mismo sentimiento y el mismo querer de la gente.
Criado en el barrio Empalme Graneros en la Cuna de la Bandera, comenzó a jugar en un club pequeño, Defensores Unidos. A los 11 años arrancó en Tiro Federal. “A veces tenía que buscarme la vida para ir a entrenar a Tiro porque no estaban mis padres. Varias veces fui a caballo, varias veces fui en bici”, asegura.
El apodo viene por lo picante del chimichurri. Que pasó a ser más corto, “Chimy”. Ávila tuvo un pasado relacionado a cuestiones delictivas y el sobrenombre le quedó para siempre. Ezequiel debió dejar el fútbol por eso. “Fue por una acusación que me hizo Tiro Federal y gracias a los jueces se comprobó que era todo mentira y pude volver a jugar”, afirma. En aquellos tiempos se las rebuscó como albañil.
- Con tu hija pasaste un momento difícil cuando tuvo un problema de salud. ¿Eso te lleva a ser una persona con mucha fe en Dios?
- Sí. Yo me aferré mucho a Dios cuando le pasó eso a mi hija. Eso hoy me sirve para ser fuerte. Con las que pasé y estoy pasando a mí me sirve para estar fuerte y para seguir dando pelea.
- En un momento crítico de tu vida, tu mujer fue importante para ayudarte a retomar el fútbol.
- Sí, tanto mi mujer como mi madre y mis hermanas. Ellas me pedían que siga. Yo ya quería dejar y ellas me dijeron que yo tenía revancha. Fue una pieza fundamental María para mí. Y lo es.
- Tuviste un paso por San Lorenzo de Buenos Aires donde no jugaste mucho, pero te ayudó a dar el salto a Europa.
- Con San Lorenzo siempre voy a estar agradecido porque ellos me dieron la oportunidad de volver a ser feliz adentro de un campo.
- ¿Qué te quedó de tu paso por el Huesca en segunda y en primera división con 17 goles anotados?
- Huesca es mi segunda casa, pero acá en Pamplona también me quieren mucho. El amor y el cariño que tuve en Huesca fue impresionante.
Operado de la pierna izquierda a fines de enero, tiene previsto volver a las canchas en agosto. Como cualquier futbolista argentino, el sueño por ser convocado por Lionel Scaloni persiste. “Es lo más lindo que hay, pero hay que seguir trabajando”, comenta.
En su perfil de Instagram, subió fotos de su paso por Rosario en las fiestas pasadas. Parece ser el mismo pibe humilde de años atrás. “Yo tengo un concepto que me enseñó mi abuelo que dice ‘el que se olvida de donde viene no sabe hacia donde va’. Es lo que me sale de adentro. Mi barrio fue mi vida y lo va a seguir siendo siempre. Y mi familia que vive aún ahí”, dice.
Riquelme y Cristiano, sus referentes
El “Chimy” admira a Juan Román Riquelme y al portugués Cristiano Ronaldo. “Cristiano por como se cuida, como entrena, lo profesional que es. El estilo de juego de Román me gustó desde chiquito. Aunque somos de diferentes estilos de juego”.
Sueña jugar con su hermano Gastón
Un sueño por cumplir para el delantero del Osasuna es integrar un mismo equipo con su hermano Gastón, que debutó en la primera de Boca Juniors el 2 de febrero pasado ante Talleres. Tiene 18 años y es defensor central zurdo. Hizo las inferiores en Rosario Central. “Le llevo siete años. Si el fútbol y la vida me lo permiten, quizás con un bastón, pero voy a jugar al lado de él. En el barrio ya lo cumplí, pero me falta profesionalmente”, dice Ezequiel.
Interview with Ezequiel Chimy Avila. He is an Osasuna footballer. Published in Mirador Provincial inside Buenos Aires's Clarin in March 2020.
Foto: The Associated Press.
El delantero Ezequiel Ávila, goleador y figura del Osasuna español, se recupera por estos meses de una lesión grave. El rosarino pasó por distintas adversidades y mira ahora para adelante con una fe inclaudicableLas lesiones en los deportistas son lo peor que les puede ocurrir. Ahora, si una dolencia se da en un momento de crecimiento pleno y donde se alcanza un gran rendimiento, eso duele más. Eso le sucedió a Ezequiel “Chimy” Ávila el 24 de enero de este año.
El atacante llevaba nueve goles en la liga española con el Osasuna. Tan bueno venía siendo lo suyo que el Barcelona y el Atlético de Madrid lo tenían en carpeta como refuerzo. La rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda dejó esos planes en la nada. Desde aquel día es un volver a empezar para el futbolista nacido en Rosario. “Estaba en un momento lindo porque entraban los balones. El equipo estaba haciendo las cosas bien. A veces las cosas llegan cuando uno menos lo espera, pero hay que estar fuerte para superar esto”, le dice Ezequiel a El Litoral desde su casa en Pamplona. “Uno sabe que es difícil a veces afianzarse en otra liga que no es la de Argentina. Hay que estar tranquilos. Hoy tengo la cabeza en la recuperación y en tratar de volver más fuerte que nunca”, agrega.
- Se decía que estuviste en la mira del Barça cuando te lesionaste. ¿Cómo hiciste para digerir eso?
- Yo tomo siempre el concepto de mi madre. Cuando es para uno, lo es; y cuando no lo es, no lo es. A veces uno tiene que poner la cabeza en lo que viene. No en lo que pasó o en lo que iba a pasar porque uno nunca sabe. Hoy me toca convivir con esta lesión, pero volveré más fuerte tratando de ser el mismo para que puedan haber más llamados.
- ¿Cómo fue tu vida en Huesca? ¿Cómo es tu vida en Pamplona?
- La gente te ayuda a que las cosas sean más fáciles. Por el cariño que te da. Soy muy querido acá y se agradece mucho. Vivir en Pamplona y en Huesca son dos cosas distintas, pero con el mismo sentimiento y el mismo querer de la gente.
Criado en el barrio Empalme Graneros en la Cuna de la Bandera, comenzó a jugar en un club pequeño, Defensores Unidos. A los 11 años arrancó en Tiro Federal. “A veces tenía que buscarme la vida para ir a entrenar a Tiro porque no estaban mis padres. Varias veces fui a caballo, varias veces fui en bici”, asegura.
El apodo viene por lo picante del chimichurri. Que pasó a ser más corto, “Chimy”. Ávila tuvo un pasado relacionado a cuestiones delictivas y el sobrenombre le quedó para siempre. Ezequiel debió dejar el fútbol por eso. “Fue por una acusación que me hizo Tiro Federal y gracias a los jueces se comprobó que era todo mentira y pude volver a jugar”, afirma. En aquellos tiempos se las rebuscó como albañil.
- Con tu hija pasaste un momento difícil cuando tuvo un problema de salud. ¿Eso te lleva a ser una persona con mucha fe en Dios?
- Sí. Yo me aferré mucho a Dios cuando le pasó eso a mi hija. Eso hoy me sirve para ser fuerte. Con las que pasé y estoy pasando a mí me sirve para estar fuerte y para seguir dando pelea.
- En un momento crítico de tu vida, tu mujer fue importante para ayudarte a retomar el fútbol.
- Sí, tanto mi mujer como mi madre y mis hermanas. Ellas me pedían que siga. Yo ya quería dejar y ellas me dijeron que yo tenía revancha. Fue una pieza fundamental María para mí. Y lo es.
- Tuviste un paso por San Lorenzo de Buenos Aires donde no jugaste mucho, pero te ayudó a dar el salto a Europa.
- Con San Lorenzo siempre voy a estar agradecido porque ellos me dieron la oportunidad de volver a ser feliz adentro de un campo.
- ¿Qué te quedó de tu paso por el Huesca en segunda y en primera división con 17 goles anotados?
- Huesca es mi segunda casa, pero acá en Pamplona también me quieren mucho. El amor y el cariño que tuve en Huesca fue impresionante.
Operado de la pierna izquierda a fines de enero, tiene previsto volver a las canchas en agosto. Como cualquier futbolista argentino, el sueño por ser convocado por Lionel Scaloni persiste. “Es lo más lindo que hay, pero hay que seguir trabajando”, comenta.
En su perfil de Instagram, subió fotos de su paso por Rosario en las fiestas pasadas. Parece ser el mismo pibe humilde de años atrás. “Yo tengo un concepto que me enseñó mi abuelo que dice ‘el que se olvida de donde viene no sabe hacia donde va’. Es lo que me sale de adentro. Mi barrio fue mi vida y lo va a seguir siendo siempre. Y mi familia que vive aún ahí”, dice.
Riquelme y Cristiano, sus referentes
El “Chimy” admira a Juan Román Riquelme y al portugués Cristiano Ronaldo. “Cristiano por como se cuida, como entrena, lo profesional que es. El estilo de juego de Román me gustó desde chiquito. Aunque somos de diferentes estilos de juego”.
Sueña jugar con su hermano Gastón
Un sueño por cumplir para el delantero del Osasuna es integrar un mismo equipo con su hermano Gastón, que debutó en la primera de Boca Juniors el 2 de febrero pasado ante Talleres. Tiene 18 años y es defensor central zurdo. Hizo las inferiores en Rosario Central. “Le llevo siete años. Si el fútbol y la vida me lo permiten, quizás con un bastón, pero voy a jugar al lado de él. En el barrio ya lo cumplí, pero me falta profesionalmente”, dice Ezequiel.
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