Entrevista a Vanina Correa, arquera de Social Lux y del seleccionado argentino de fútbol femenino. Publicado en el suplemento Mirador Provincial del diario Clarín de Buenos Aires en noviembre de 2018.
Interview with Vanina Correa. She is a Social Lux and Argentina's national female soccer team goalkeeper. Published in Mirador Provincial inside Buenos Aires's Clarin in November 2018.
Foto: The Associated Press/Natacha Pisarenko.
La selección argentina de fútbol femenino obtuvo la clasificación a la Copa del Mundo Francia 2019 el martes 13 pasado. Tras dos certámenes sin poder participar, las albicelestes regresan a la competición máxima. Vanina Correa, la guardavalla titular, habló sobre el seleccionado y el balompié en la rama de las mujeres.
Objetivo cumplido. El seleccionado argentino mayor de fútbol femenino consiguió el logro más grande que se había propuesto en 2018. Clasificar a la Copa del Mundo Francia 2019. Tras las ausencias en Alemania 2011 y Canadá 2015, las albicelestes derrotaron a Panamá en la última serie (victoria por 4-0 como local y empate 1-1 a domicilio el martes 13) para entrar en el grupo de 24 naciones participantes en tierras galas.
Los antecedentes en copas del mundo no son los mejores para las argentinas. Participaron sólo en dos certámenes, Estados Unidos 2003 y China 2007. Perdieron todos los encuentros. Tres en EE. UU. y tres en el país asiático.
Como en muchos deportes, Santa Fe hizo su aporte a la causa nacional. Cuatro mujeres de nuestra provincia integraron el plantel que consiguió los boletos a la cita internacional. Ellas son Vanina Correa y Virginia Gómez, nacidas en Rosario; Amancay Urbani, de Moussy; y Belén Potassa, de Cañada Rosquín.
Vanina, arquera titular en la selección, habló con Mirador Provincial tras esta clasificación histórica. Ella vive en la Cuna de la Bandera y defiende los colores de Social Lux. Se define como hincha de Boca Juniors. “Igual me gusta el fútbol. Lo sigo a Central, a Newell’s. Miro todos los partidos que puedo”, afirma.
- ¿Cómo vivieron la clasificación?
- Fue increíble. Se dio todo. Clasificar a un mundial después de 11 años es la frutilla del postre.
- Argentina no ha podido ni siquiera empatar alguna vez en una copa del mundo. ¿Quizás el objetivo es conseguir un punto al menos en Francia?
- No, vamos por más. La idea el año que viene es, mínimo, pasar de ronda. Después veremos los resultados y dónde estamos paradas. La idea es entrenar para pasar la fase de grupos.
- ¿Cómo ves el fútbol femenino en Rosario?
- Nosotras jugamos la liga rosarina que está muy bien armada. Está muy buena la liga. En Rosario arrancó este año, se empezó a formar. La (Asociación) Rosarina le puso todo para que esto arranque y se está dando porque ya hay más equipos. La Conmebol exige que todos los clubes tengan fútbol femenino.
- ¿Cómo empezaste a jugar al fútbol?
- De chiquita. Con mis hermanos acá en la plaza, con todos mis compañeros del barrio. Después en los clubes jugué con varones y después tuve que dejar de jugar porque no me dejaban. Y a los 14 años arranqué en Rosario Central.
- El fútbol femenino con esta clasificación ha ganado en repercusión. Me imagino que te debe llamar más de un colega. Eso les sirve a ustedes para hacerse visibles, ¿no?
- Sí, recibí muchísimos llamados y voy tratando de contestar los que puedo porque llegué hoy (por el jueves) casi al mediodía y les trato de contestar a todos. Nos viene bien para que el fútbol femenino crezca, que se haga más conocido, saber que Argentina clasificó al Mundial.
- ¿A qué te dedicás por fuera de tu deporte?
- Yo trabajo de cajera en la Municipalidad de (Villa Gobernador) Gálvez. Aparte tengo mellizos y tengo el rol de madre también. Es duro.
- Estás muy ocupada todo el tiempo, ¿verdad?
- Divido el trabajo entre el trabajo, los melli, el entrenamiento.
- En el grupo que fue ahora a Panamá, había chicas de distintas ciudades de todo el país, ¿no?
- Sí, hay chicas de distintos lados. Río Negro, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos. Se armó un buen grupo. Esas mismas chicas son las que juegan en el exterior. Fue muy variado, pero igualmente ya nos conocíamos. Es un plantel que viene jugando junto.
- Hay países donde el fútbol femenino está mucho más desarrollado, como Estados Unidos, Brasil, Noruega. ¿Cuán lejos está Argentina de ese nivel?
- Estamos lejos. Nos llevan muchos años de ventaja. Nosotros recién después de 11 años clasificamos a un mundial. Cuando vayamos al Mundial vamos a ver dónde estamos paradas. El 90 por ciento del mundo ya es profesional y acá todavía estamos viendo cómo puede llegar a ser profesional.
- En esos países, ¿cómo lograron a ese desarrollo?
- Lleva todo un proceso. De la asociación, no sólo futbolístico, que le dé la misma importancia que el de varones. Dándole la misma importancia lo van a llevar a ser profesional como se dio en otros lados. En lo económico, sigue habiendo diferencias. No es que en otros lados cobran lo mismo que un hombre. Son profesionales, tienen su sueldo, se mantienen y viven bien, pero la diferencia económica es grande todavía.
Grandes diferencias con los hombres
Entre el fútbol hiperfamoso de hombres y el de féminas las diferencias son muy grandes. Sobre esto, Correa explica: “Hay una diferencia física. La potencia del hombre no es la misma que la de la mujer. La parte económica. El hombre se dedica pura y exclusivamente al fútbol. Vive para el fútbol, vive del fútbol. Se entrena”. La arquera asegura que su rutina es muy distinta: “Por mi parte, es levantarme todos los días a las 6 de la mañana, trabajar, volver a mi casa, ocuparme de los chicos, ir a entrenar. Entonces el entrenamiento ya queda en segundo plano. Uno tiene menos horas de entrenamiento. Uno quizás se alimenta bien, pero no tan bien como corresponde”.
Interview with Vanina Correa. She is a Social Lux and Argentina's national female soccer team goalkeeper. Published in Mirador Provincial inside Buenos Aires's Clarin in November 2018.
Foto: The Associated Press/Natacha Pisarenko.
La selección argentina de fútbol femenino obtuvo la clasificación a la Copa del Mundo Francia 2019 el martes 13 pasado. Tras dos certámenes sin poder participar, las albicelestes regresan a la competición máxima. Vanina Correa, la guardavalla titular, habló sobre el seleccionado y el balompié en la rama de las mujeres.
Objetivo cumplido. El seleccionado argentino mayor de fútbol femenino consiguió el logro más grande que se había propuesto en 2018. Clasificar a la Copa del Mundo Francia 2019. Tras las ausencias en Alemania 2011 y Canadá 2015, las albicelestes derrotaron a Panamá en la última serie (victoria por 4-0 como local y empate 1-1 a domicilio el martes 13) para entrar en el grupo de 24 naciones participantes en tierras galas.
Los antecedentes en copas del mundo no son los mejores para las argentinas. Participaron sólo en dos certámenes, Estados Unidos 2003 y China 2007. Perdieron todos los encuentros. Tres en EE. UU. y tres en el país asiático.
Como en muchos deportes, Santa Fe hizo su aporte a la causa nacional. Cuatro mujeres de nuestra provincia integraron el plantel que consiguió los boletos a la cita internacional. Ellas son Vanina Correa y Virginia Gómez, nacidas en Rosario; Amancay Urbani, de Moussy; y Belén Potassa, de Cañada Rosquín.
Vanina, arquera titular en la selección, habló con Mirador Provincial tras esta clasificación histórica. Ella vive en la Cuna de la Bandera y defiende los colores de Social Lux. Se define como hincha de Boca Juniors. “Igual me gusta el fútbol. Lo sigo a Central, a Newell’s. Miro todos los partidos que puedo”, afirma.
- ¿Cómo vivieron la clasificación?
- Fue increíble. Se dio todo. Clasificar a un mundial después de 11 años es la frutilla del postre.
- Argentina no ha podido ni siquiera empatar alguna vez en una copa del mundo. ¿Quizás el objetivo es conseguir un punto al menos en Francia?
- No, vamos por más. La idea el año que viene es, mínimo, pasar de ronda. Después veremos los resultados y dónde estamos paradas. La idea es entrenar para pasar la fase de grupos.
- ¿Cómo ves el fútbol femenino en Rosario?
- Nosotras jugamos la liga rosarina que está muy bien armada. Está muy buena la liga. En Rosario arrancó este año, se empezó a formar. La (Asociación) Rosarina le puso todo para que esto arranque y se está dando porque ya hay más equipos. La Conmebol exige que todos los clubes tengan fútbol femenino.
- ¿Cómo empezaste a jugar al fútbol?
- De chiquita. Con mis hermanos acá en la plaza, con todos mis compañeros del barrio. Después en los clubes jugué con varones y después tuve que dejar de jugar porque no me dejaban. Y a los 14 años arranqué en Rosario Central.
- El fútbol femenino con esta clasificación ha ganado en repercusión. Me imagino que te debe llamar más de un colega. Eso les sirve a ustedes para hacerse visibles, ¿no?
- Sí, recibí muchísimos llamados y voy tratando de contestar los que puedo porque llegué hoy (por el jueves) casi al mediodía y les trato de contestar a todos. Nos viene bien para que el fútbol femenino crezca, que se haga más conocido, saber que Argentina clasificó al Mundial.
- ¿A qué te dedicás por fuera de tu deporte?
- Yo trabajo de cajera en la Municipalidad de (Villa Gobernador) Gálvez. Aparte tengo mellizos y tengo el rol de madre también. Es duro.
- Estás muy ocupada todo el tiempo, ¿verdad?
- Divido el trabajo entre el trabajo, los melli, el entrenamiento.
- En el grupo que fue ahora a Panamá, había chicas de distintas ciudades de todo el país, ¿no?
- Sí, hay chicas de distintos lados. Río Negro, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos. Se armó un buen grupo. Esas mismas chicas son las que juegan en el exterior. Fue muy variado, pero igualmente ya nos conocíamos. Es un plantel que viene jugando junto.
- Hay países donde el fútbol femenino está mucho más desarrollado, como Estados Unidos, Brasil, Noruega. ¿Cuán lejos está Argentina de ese nivel?
- Estamos lejos. Nos llevan muchos años de ventaja. Nosotros recién después de 11 años clasificamos a un mundial. Cuando vayamos al Mundial vamos a ver dónde estamos paradas. El 90 por ciento del mundo ya es profesional y acá todavía estamos viendo cómo puede llegar a ser profesional.
- En esos países, ¿cómo lograron a ese desarrollo?
- Lleva todo un proceso. De la asociación, no sólo futbolístico, que le dé la misma importancia que el de varones. Dándole la misma importancia lo van a llevar a ser profesional como se dio en otros lados. En lo económico, sigue habiendo diferencias. No es que en otros lados cobran lo mismo que un hombre. Son profesionales, tienen su sueldo, se mantienen y viven bien, pero la diferencia económica es grande todavía.
Grandes diferencias con los hombres
Entre el fútbol hiperfamoso de hombres y el de féminas las diferencias son muy grandes. Sobre esto, Correa explica: “Hay una diferencia física. La potencia del hombre no es la misma que la de la mujer. La parte económica. El hombre se dedica pura y exclusivamente al fútbol. Vive para el fútbol, vive del fútbol. Se entrena”. La arquera asegura que su rutina es muy distinta: “Por mi parte, es levantarme todos los días a las 6 de la mañana, trabajar, volver a mi casa, ocuparme de los chicos, ir a entrenar. Entonces el entrenamiento ya queda en segundo plano. Uno tiene menos horas de entrenamiento. Uno quizás se alimenta bien, pero no tan bien como corresponde”.
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