Delménico, el último de una raza única

Entrevista a Juan Carlos Delménico, ex futbolista de Newell's Old Boys y Rosario Central. Publicado en el suplemento Mirador Provincial del diario Clarín de Buenos Aires en septiembre de 2018.

Interview with Juan Carlos Delmenico. He is a former Newell's Old Boys and Rosario Central soccer player. Published in Mirador Provincial inside Buenos Aires's Clarin in September 2018.

Foto: www.conclusion.com.ar

Faltan 23 semanas para el próximo clásico rosarino. Si es que no se cruzan previamente por los cuartos de final de la Copa Argentina. A pesar de que quedan aún cinco meses y ocho días para el Newell’s-Central en el Parque, vale la pena recordar al último futbolista que vistió las dos camisetas. Él es Juan Carlos Delménico. Uno de los que ya no quedan.

Es el último entre pocos. Una rara avis. Pertenece a un grupo de futbolistas en extinción que tiene una singularidad. Jugó para Newell’s Old Boys y para Rosario Central. Él fue el último en vestir profesionalmente las camisetas de ambos. Es Juan Carlos Delménico, arquero formado en NOB que integró el plantel campeón de 1974 y que 10 años después se puso el buzo centralista.

Después del portero, nadie más volvió a cambiar de uno de los dos bandos, cada día más antagónicos en esta escalada de hostilidades entre ambos. Ciro Rius no jugó nunca con el conjunto canalla. En 2016, sonó como incorporación leprosa. Sin embargo, se encontraron pruebas de su simpatía por Central y automáticamente la puerta rojinegra se cerró con candado para él.

Delménico recibió a Mirador Provincial en su negocio en el sur de Rosario. Allí repasó su carrera y sus pasos por las dos veredas opuestas.

Nacido en la Cuna de la Bandera, comenzó a jugar al baby fútbol con 8 años en NOB en las canchitas que había pegadas al estadio. Debutó en la primera en 1971 e integró el primer campeón de 1974, inolvidable para los hinchas rojinegros. Partió a Barranquilla (Colombia) donde logró el primer título nacional para Junior en 1977 (repitió en el ’80). Volvió a Argentina para jugar en River Plate de Buenos Aires, Gimnasia de La Plata, Estudiantes e Instituto. En el ’84, regresó a Rosario para vestir la casaca auriazul. Cerró su carrera en Douglas Haig en 1986.

- Sos el último de los que jugaron en ambos clubes. ¿Cómo fue eso?
- Fue una linda experiencia. A mí me enriqueció mucho. Porque yo hice todas las inferiores en Newell’s. Después, siendo muy joven, Newell’s me vendió a Colombia. Fue una de las primeras transferencias con (Jorge) Valdano al exterior de la era (Bernardo) Griffa. Cuando estaba terminando mi carrera deportiva surgió lo de Rosario Central. Me permitía estar en mi ciudad, me permitía estar con mi familia después de tanto tiempo y fue una grata experiencia. Fue un deseo de mi parte volver a mi ciudad, a un club grande como Rosario Central. Las cosas a lo mejor no salieron como uno pretendía, pero como experiencia sumó.

- ¿Qué te dice la gente?
- Yo jugué en Gimnasia y Esgrima de La Plata y en Estudiantes. Cuando voy a La Plata tanto uno como otro me reciben bien. Siempre hay gente que dice: “Vos jugaste aquí. Vos sos esto, vos sos lo otro”, pero no es común denominador. El común denominador siempre me ha respetado. Y yo los he respetado también a ellos.

- Si te dan a elegir, vos te identificás más con Newell’s, ¿verdad?
- No, yo no tengo una identificación deportiva con ninguno. Uno me vio nacer deportivamente (Newell’s), el otro me vio terminar prácticamente deportivamente (Central), pero mi cariño está en Rosario. Mi cariño está en la ciudad. Esa división que se crea son divisiones en las que alguien saca provecho de eso. No creo que sea tan así.

- Vivimos una etapa muy conflictiva entre ambos clubes. ¿Cómo lo ves vos?
- Yo no creo que sea tan así. Yo he visto ex jugadores de elite de Rosario Central que terminaban haciéndole juicio a la institución. Tan hincha o tan fervoroso no era. Yo no me animaría a decir: “Yo soy hincha de tal equipo y después por otro lado hacerle juicio”. O una cosa o la otra. Los problemas normalmente los tenés con los directivos de paso que están en ese momento, no con la institución. Eso es algo que hay evaluar muy bien. No creo que sea tan así.

- En una nota dijiste que un caso como el tuyo sería imposible de ver hoy.
- Es imposible hoy en día por la división que hay en todos los aspectos. La sociedad está (dividida) políticamente, futbolísticamente, deportivamente.

- ¿Cómo ves a los dos clubes en general?
- Están como está el país. No hay gente que realmente quiera mejorar esto. Hablando de la parte institucional, esto se puede mejorar cuando hay directivos o gente ligada al fútbol que no mezclan la parte económica con la parte deportiva. Esto ya sucedió en Europa y lo han sabido solucionar. Los directivos le han puesto ganas para solucionarlo. Ya no son clubes sociales, sino sociedades anónimas que se hacen cargo de la institución. Compran la institución y la manejan con capitales propios. Cuando nosotros lleguemos a eso, se podrá ir solucionando la parte deportiva futbolística.

- ¿Quedaste un poco marcado por el equipo que en el ’84 descendió con Central?
- No. De mi parte personalmente no. No quedé marcado porque yo entregué todo. En el ’84 hubo un montón de cosas que fueron sucediendo. Cambiamos cuatro técnicos en el año. Los directivos no daban la cara, no cobrábamos, la hinchada se empezó a meter en la institución. Todo eso hace que las cosas no funcionen. Acá se engañó a la gente en decir que teníamos un equipo de elite, pero después en la cancha era otra cosa. Fue un año atroz.

- ¿El presidente era Víctor Vesco?
- Era Vesco, pero no dio nunca la cara en 12 meses de fútbol.


Comentarios

Marcelo dijo…
Junto con Fillol, fueron mis arqueros favoritos! Gracias por la nota!!!
HBAM dijo…
Gracias a vos, Marcelo por tu comentario. No me salía en el sistema y recién hoy, 4 de agosto de 2020 logré verlo.

Saludos.