La rosarina que lo dio todo en los Juegos Odesur

Entrevista a Martina Isequilla. Kayakista que consiguió medalla de oro en los Juegos Odesur Cochabamba 2018. Publicado en el suplemento Mirador Provincial del diario Clarín de Buenos Aires en julio de 2018.

Interview with Martina Isequilla. She is a kayaker who got one gold medal in the South American Games Cochabamba 2018. Published in Mirador Provincial inside Buenos Aires's Clarin in July 2018.



Martina Isequilla logró ser campeona en la modalidad K1 200 de canotaje en los Juegos Odesur pasados. Fue la única atleta de todos los rosarinos, tanto en hombres como en mujeres, que alcanzó el oro a nivel individual en Cochabamba 2018. Cómo consiguió ese título, su experiencia allí y sus competiciones venideras.

Atleta de un deporte minoritario, Martina Isequilla compite con éxito a nivel internacional. Su performance es tan buena que la llevó a ser la única deportista rosarina ganadora, en la rama femenina como en la masculina, de una medalla de oro en un deporte individual en Cochabamba 2018. Ella sola. No hay otro. Ganó la presea dorada en canotaje en la modalidad K1 200 (kayaks con una sola persona en una distancia de 200 metros). También logró la plata en K1 500 para nuestro país en la laguna La Angostura, a 18 kilómetros al sur de esa ciudad.

“Fue una experiencia hermosa. Me quedó una felicidad absoluta y ganas de seguir progresando”, aseguró Isequilla a Mirador Provincial. “Nosotros fuimos 26 días a hacer adaptación a la altura. Fue un plus gigante al momento de competir. El bote fue progresando a medida que pasó el tiempo y en el momento de competir yo no sabía en qué posición podía llegar a quedar. Fue la primera vez que corrí K1 en categoría senior. Mi objetivo era hacer la mejor carrera posible, enfocarme en mi carril”, agregó. “En 500 se dio el segundo puesto y en 200, que era la distancia que menos tengo entrenada, se me dio el oro. No tenía tanta presión en esta distancia, salí a disfrutar y a remarla lo mejor técnicamente posible. Eso llevó el resultado”.

En la final de medio kilómetro, le ocurrió una particularidad a la palista del Club Náutico Sportivo Avellaneda: “La pista (el agua) iba a estar pesada. Salí a hacer lo que veníamos entrenando. Pude dar el 100 por ciento y sentí la altura (Cochabamba está a 2.570 metros sobre el nivel del mar) en el momento en que llegué. No me podía tener de lo entumecidos que tenía los músculos del ácido láctico. Cuando pasamos la última línea de boya me caí al agua. Me tuvieron que levantar los de la lancha porque no podía nadar de lo dura que estaba. Cuando me subieron a la lancha me desmayé y no sabía ni siquiera cómo había llegado. Fue una regata hermosa porque sentí que di más del 100 del ciento”.

Dejó todo en esa carrera. No escatimó nada. “A nivel del mar lo que uno hace es llegar vacío, al borde del desmayo, pero sin desmayarse. Ahí con la falta de oxígeno se ve que sí. Mis compañeros en K4 500 también se descompensaron al momento de terminar”, afirmó.

El espíritu de unos juegos
La palista también habló sobre la experiencia de pasar esos días en Bolivia: “Nosotros dormimos en un hotel que quedaba cerca de la laguna donde competíamos. A la villa olímpica ingresamos cinco días previos a competir. Es hermoso. Ver a todos los deportes juntos de los diferentes países. Compartir tus experiencias con distintas personas. Yo competí en los Juegos Panamericanos de Toronto y ahí ya lo había vivido, pero no estábamos en la villa principal y esta vez sí”.

Representa al Náutico Avellaneda, club en el que entró a los 14 años. Comenzó a remar en la escuela de canotaje en la Asociación Náutica Reserva Natural, de Granadero Baigorria.

Le esperan grandes desafíos en los dos años próximos. En septiembre, intentará conseguir la plaza para los Juegos Panamericanos de Lima 2019. El año próximo además tiene el Campeonato Mundial de Piragüismo en donde se dirimirán las plazas para los Juegos Olímpicos Tokio 2020. “El objetivo es asegurar las plazas el año que viene -expresó Isequilla-. Es muy difícil. El nivel de las mujeres en Argentina está creciendo de a poco. Todos los demás países van a ir a buscar lo mismo. Va a estar áspero, pero apuntamos a ir”.

Martina cuenta con el apoyo del Secretaría de Deportes de la Nación al estar dentro de un programa del ENARD. A su vez, recibe del Estado provincial una beca por su nivel competitivo. Pese a esta ayuda, la palista sigue en la búsqueda de más sponsors para que su carrera deportiva se haga más llevadera.


Río peligroso para los piragüistas

Aunque el río Paraná es muy ancho a la altura de Rosario, no es fácil para los palistas el poder practicar su deporte. “Rosario es la capital mundial de piragüismo y sin embargo la única escuela de velocidad que existe es la del Náutico. Nosotros en Náutico entrenamos en El Embudo que queda bien enfrente. Las condiciones las tenemos, pero el tráfico de lanchas es desmedido. Te llevan puesto, no les importa. En los últimos años se incrementó un montón el tráfico de barcos grandes. No respeten las velocidades. Eso genera un cierto riesgo a la hora de entrenar. Nosotros todos los días cruzamos el Paraná para entrenar”, dijo Martina.




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