Yanina Martínez, a años luz de las superestrellas

Entrevista a Yanina Martínez. Ella fue medalla de oro en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016. Publicado en el suplemento Mirador Provincial del diario Clarín de Buenos Aires en septiembre de 2016.

Interview with Yanina Martinez. She won one gold medal in the Paralympic Games Rio de Janeiro 2016. Published in Mirador Provincial weekly section inside Buenos Aires's Clarin. September 2016.


Foto: DyN. Diario El Litoral.


Es la primera y única campeona paralímpica, tanto en mujeres como en hombres, que tiene Argentina en el siglo XXI. Es santafesina. Rosarina para más datos. El trabajo de su equipo, el apoyo estatal y su propio esfuerzo y convicción la convirtieron en campeona en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016. Es Yanina Martínez, medalla de oro en los 100 metros llanos T36.

Los campeones paralímpicos no son superestrellas. No firman autógrafos en cada lugar al que concurren como Usain Bolt, Michael Phelps o Lionel Messi. No son reconocidos ni aclamados. Así es Yanina Andrea Martínez. No se destaca por su altura. Es bajita, flaquita. No es una chica que impresione por su físico trabajado.

Yani, como le dice su entrenador, es la primera y única atleta, tanto en rama femenina como masculina, que obtuvo una medalla de oro de los Juegos Paralímpicos para Argentina en el siglo XXI. Desde Atlanta 1996 habían pasado cinco olimpíadas sin que ningún albiceleste haya obtenido el oro. Esta rosarina de 22 años lo hizo en Río de Janeiro 2016. Y en una carrera emblemática para unos juegos como los 100 metros llanos. Ella en la categoría T36. Es un nivel reservado para mujeres con una cuadriplejia moderada. Yanina sufrió una parálisis cerebral por falta de oxígeno en el parto. Es una enfermedad irreversible. Sin embargo, el deporte, ya sea recreativo o de elite, puede mejorar la calidad de vida de las personas que deben vivir con eso. “Es un daño cerebral que sí tiene una mejora a nivel funcional que es lo que nosotros trabajamos para tener un mejor rendimiento en la pista”, explica a Mirador Provincial Martín Arroyo, entrenador personal de la chica que vive en barrio Belgrano. Martín es una especie de portavoz oficial de ella y de su grupo de trabajo. La charla es en el Club Social y Deportivo Río Negro. Una entidad que los ayudó y los ayuda en diversos aspectos.

Ella es de hablar poco. Comenta que le gustó estar esos días en Brasil. Sobre la carrera, dice: “Corrí bien. Re bien salí”. La medalla de oro la lleva consigo. La muestra con orgullo. Es su logro. Un logro también de Rosario, de Santa Fe y de Argentina.

Arroyo recuerda aquel viernes 9 de septiembre: “Gritábamos, corríamos para un lado, corríamos por la galería. Para nosotros fue un logro muy grande después de tanto sacrificio, después de 11 años de entrenamiento. Yani no surge en un juego olímpico sino que viene de un transcurso deportivo de muchos años. Por eso tiene un plus, a un esfuerzo, a un sacrificio, a una perseverancia de una familia, de un equipo de trabajo muy importante dentro de la provincia de Santa Fe que hace que todo esto tenga un sabor distinto”.

Un camino largo

Fue la novedad en los medios de todo el país, pero lo de Martínez no empezó en Río como dice su entrenador. “Yani viene desde 2006 trabajando en la iniciación deportiva. Yo como profesor de educación física trabajando desde lo lúdico a través del juego. Con un grupo de trabajo sano, sin proyectar un juego olímpico, algo internacional. Lo fuimos metiendo de a poquito. Sale de los juegos provinciales santafesinos de 2008. En 2009 ingresa al seleccionado con el Panamericano de menores. En 2011, con 16 años su primer mundial, era la más chiquita en Nueva Zelanda. En México, en los Panamericanos consiguió una medalla de plata. En Londres 2012, un cuarto puesto. Cerró un 2015 muy grande como campeona panamericana. Y un subcampeonato del mundo que no tuvo difusión que para nosotros había sido hasta el momento (hasta Río) el logro más importante. El olímpico tiene ese plus distinto y por suerte se pudo subir un escalón más alto”, explica el profesor de educación física.


El estadio, la segunda casa

El lugar de entrenamiento de Yani es el estadio municipal Jorge Newbery. “Es nuestra segunda casa, sino la primera. El día que tengamos una cama en el estadio municipal nos quedamos a dormir porque todos los días estamos ahí adentro. Estamos agradecidos a toda la gente del estadio. Los atletas convencionales la tratan como un atleta más”, afirma Martín con una sonrisa.

Parece ilógico, pero Yanina, siendo una atleta baja pudo superar a competidoras más altas y por ende, con piernas más largas. “A menor afección, uno puede mejorar la técnica de carrera y ser más rápido que aquel que sea más alto. Porque aquel que es más alto tiene una afección un poco mayor”, explica Arroyo.

A la hora de agradecer por el logro de Martínez que fue el de un equipo, Martín hace una lista larga: “Tenemos una beca de la provincia de Santa Fe que es un premio deportivo muy importante. Estamos muy agradecidos. La obra social de Yani es Esencial. El municipio hace un pequeño aporte anual. La Secretaría de Deportes de la Nación que siempre estuvo desde 2009 y el gran ENARD que es un apoyo muy bueno. Gracias a que Yani fue subcampeona del mundo en Qatar pudo abrir una puerta y yo puedo estar dentro de la beca del ENARD también. Eso nos ayudó mucho. Sin el ENARD nosotros no podemos llegar”. El profe también pide por un mayor apoyo para los preparadores de los atletas especiales. “Los chicos necesitan un plus más dentro del deporte federado para que los entrenadores puedan estar un poco más cerca. Para que puedan surgir otros chicos en el deporte paralímpico”, concluye.

Ella saluda y se pone a dar otra nota periodística. Los fans no la acosan. Puede caminar por la calle tranquilamente. Así son los campeones paralímpicos. Con los pies en la tierra. Lejos de las estrellas.

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