Luis Pianelli: el encordador internacional

Entrevista a Luis Pianelli, encordador del equipo argentino de Copa Davis. Publicado en el suplemento Mirador Provincial del diario Clarín de Buenos Aires en septiembre de 2016.

Interview with Luis Pianelli. He is Argentina's Davis Cup team stringer. Published in Mirador Provincial weekly section inside Buenos Aires's Clarin. September 2016.


Fotos: gentileza Luis Pianelli.

Luis Pianelli es el encordador del equipo argentino de Copa Davis. Una tarea desconocida por la gente ajena al tenis, pero esencial para cualquier jugador. Una entrevista con un santafesino que se destaca en una faceta muy poco difundida del deporte de la raqueta.

El plantel argentino de Copa Davis que ya está en Glasgow para la serie de este fin de semana ante Gran Bretaña se compone de un correntino y tres bonaerenses. El capitán, por su parte, es porteño. ¿Ningún santafesino? Falso. Hay un comprovinciano que es una pieza clave. Es Luis Pianelli, el encordador del equipo. Aquel que prepara las cuerdas, elementos vitales en una raqueta de cualquier jugador, para la competición. Nació y vive en Arroyo Seco. Mirador Provincial habló con Pianelli, que tiene una historia singular sobre su inserción en ese circo itinerante como es circuito mundial de tenis.

- ¿Cómo arrancó tu actividad actual en la cual estás especializado en un aspecto muy puntual?
- Precisamente empecé con esto porque vivo en Arroyo Seco. Cuando era chico y jugaba al tenis, en Arroyo Seco nadie encordaba las raquetas. Teníamos que ir a Rosario a encordar. Como yo jugaba seguido, se me cortaban mucho los encordados, mi papá me llevaba las raquetas a Rosario. No sólo era llevarla sino al otro día ir a buscarla. Era llevarla e ir a buscarla, llevarla e ir a buscarla. Hasta que mi viejo me dijo: “Mirá, Luis. Yo tengo que trabajar. No puedo estar a disposición tuya llevando y yendo a buscar la raqueta”. Entonces un día me compró una máquina de encordar en Buenos Aires y me dijo: “Aprendé así te las encordás vos y no tenemos que ir más a Rosario”. Yo aprendí, me empezó a gustar. Entonces la gente de Arroyo Seco empezó a darme la raqueta a mí para encordar para no tener que ir a Rosario porque sabían que alguien en Arroyo hacía ese trabajo. Fijate como son las vueltas de la vida que hoy, 35 años después, la gente de Rosario viene a Arroyo Seco a que encuerde sus raquetas.

- ¿Vos jugabas al nivel de la federación santafesina en un club?
- Sí. Yo jugaba al tenis, siempre me gustó. Entonces mi sueño era ir a Roland Garros. Nunca podía porque yo estudiaba. Yo estudié, soy abogado. Siempre Roland Garros coincidía con épocas en que tenía que rendir exámenes o asistir a clase. Entonces me recibí de abogado en abril del '97 y al otro mes me fui a Roland Garros. Pero yo no quería ir a ver el torneo. Yo quería ver donde encordaban las raquetas. Entonces llegué y los que encordaban las raquetas eran de una marca de Francia, Tecnifibre. Yo ahí conocí al dueño. Yo le dije: “Mi sueño es encordar en Roland Garros”. Me dijo: “Luis, es difícil porque nuestra marca no se conoce en Argentina. Nosotros no ganaríamos nada en traer a un encordador de un país en donde nuestra marca no se conoce”. Yo lo volví loco. Le escribí 20 mil mails. Le mandé mails al año siguiente, al otro año. Hasta que en el '99, me dijo: “¿Luis, estás con ganas todavía de venir a Roland Garros?”. Le dije: “Sí”. Me dijo: “Vos sabés que mi encordador no puede venir y pensé si vos todavía tenías ganas”. Y así fue. Ahí le encordé a todos los grandes por primera vez en Roland Garros '99. De hecho, trabajé ahí para Andrei Medvedev que llegó a la final. Ahí me empecé a hacer un poco más conocido.

- ¿Estuviste la primera semana del Abierto de Estados Unidos?
- Estuve 10 días en Nueva York y me vine porque sabía que el viernes (9 de agosto) tenía que ir para Escocia a la Copa Davis. Antes de irme tenía que solucionar algunos temas en Arroyo Seco.

- ¿En qué año empezaste a ser el encordador de la Copa Davis?
- Empecé en 2005. Alberto Mancini, que es de Rosario, me llamó. Me dijo: “Yo en mi equipo quiero gente en la que yo pueda confiar. Yo te conozco, yo sé que vos trabajaste en torneos grandes. Me gustaría que estés en mi equipo”. Al principio, me impactó. Me dijo: “No te preocupés si vos ya trabajaste para todos los grandes”.

- Estuviste un período afuera cuando Martín Jaite estuvo como capitán, pero luego volviste.
- Así es. No estuve con Martín Jaite a pesar de que conté con el apoyo incondicional de todos los jugadores. Por cuestiones extra tenísticas Martín Jaite me sacó. Después tuve la suerte de poder volver. Los jugadores me pidieron y el capitán respetó ese pedido.

- ¿Cómo se están haciendo las cosas en el seleccionado de la Davis?
- En este momento se están haciendo las cosas muy, muy, muy bien. Cambió la dirigencia y cambiaron muchas cosas para bien. La Copa Davis es lo máximo, no se puede comparar con nada.

- Cuánto nos cuesta ese torneo, ¿verdad?
- Es difícil ser tenista de Copa Davis en Argentina. Porque un día jugás bien y sos Gardel, y al otro día jugás mal y te matan. En Argentina todo el mundo opina, todos saben de tenis… No es fácil.

- En un torneo de Grand Slam, ¿cuántas raquetas por día podés llegar a encordar?
- El día lunes que empezó el Abierto de Estados Unidos, entre 15 encordadores encordamos 530 raquetas. Los días duros encordamos casi 40 raquetas cada uno. Es muchísimo porque no es sólo el trabajo de encordado. Primero hay que cortar las cuerdas con las que las traen, sacarle las cuerdas con las que las traen, ponerle las cuerdas nuevas, pintarlas y guardarlas en bolsa. Si se suma eso, es muchísimo tiempo. Es como media hora por raqueta.

- ¿Cuál es el secreto para que hayas llegado ahí?
- Primero y principal, te tiene que gustar. Segundo, yo no lo vi como un trabajo. Lo vi siempre como un hobby. Entonces no lo sentía, pero ahora ya lo estoy empezando a sentir. Yo voy sumando años, tengo familia. Cada vez me cuesta más irme.

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