Entrevista a Juan Gorosito, atleta. Publicado en el semanario Mirador Provincial del diario Clarín de Buenos Aires en diciembre de 2014. Material sin editar.
Interview with the athlete Juan Gorosito. Published in Mirador Provincial weekly section inside Buenos Aires's Clarin. December 2014. Unedited material.
Juan Domingo Gorosito es un ejemplo de constancia. A sus 51 años, sigue compitiendo en gran nivel en carreras de atletismo de media y larga distancia. Y también continúa como mozo en el Comedor Balcarce, un restaurante tradicional en Rosario.
Si uno se sienta en el Comedor Balcarce en Rosario y es atendido por Juan, difícilmente perciba nada singular. Es posible que advierta que el mozo es alto, muy flaco y usa lentes, pero nada más. Sin embargo, Juan, Juan Domingo Gorosito, es un atleta veterano de gran nivel además de entrenador de atletas. A lo largo de los años, se codeó con los mejores del país y se mantiene, en su categoría, entre los más competitivos. Todo ello sin dejar su trabajo añejo, atender las mesas en el restaurante de Balcarce y Brown.
Gorosito demostró su vigencia deportiva días atrás en la media maratón (21 kilómetros) de Buenos Aires organizada por Adidas en donde fue segundo en la franja de entre 50 y 54 años. “Fue la más numerosa de Sudamérica con más de 20.000 participantes en total”, afirma Juan.
Él nació en Ceres. Allí comenzó a correr. “Empecé en el primer año de la secundaria cuando se hacían los viejos Juegos Evita. Después yo me mudé a Rosario y en el primer club donde corrí fue en Newell’s”, explica. El atleta veterano llegó a la Cuna de la Bandera en 1980 y comenzó con las prácticas deportivas en 1984.
Primero corrió en los 5.000 metros, pero luego amplió su espectro competidor a los 1.500, 3.000 con obstáculos, 10.000, media maratón y maratón. Su deuda pendiente son las ultramaratones, según afirma. Estas pruebas de 100 kilómetros se disputan en pistas de 400, 1.000 o 2.000 metros.
En los 3.000 obstáculos, el nacido en Ceres fue de los mejores de Argentina en los ’80 y los ’90. “En esa época, tuve la suerte de competir con los mejores corredores argentinos de todos los tiempos. Los récords que se hicieron cuando yo participé están casi todos vigentes”, asegura. El más destacado de los fondistas nacionales de aquella época fue Antonio Silio. Otro gran competidor de Gorosito fue Oscar Amaya.
Colgar las zapatillas no está en sus planes. Tras su apogeo años atrás, Juan siguió corriendo con regularidad. “Pasaron los años y empecé a competir como atleta máster. Como veterano tuve grandes satisfacciones. Santa Fe tiene el CAVS, el Círculo de Atletas Veteranos Santafesinos, donde están anotados todos los registros. Ahí hay varios récords provinciales míos en 35 a 40 y 40 a 45”, consigna.
La faceta como entrenador
Como muchos atletas veteranos o retirados, Gorosito entrena deportistas jóvenes en el grupo llamado Rosario Calleypista. Él mismo cuenta cómo logró el profesorado de educación física para estar mejor preparado para esa labor. “Acá venía siempre a comer un señor con su señora. Yo los atendía y hablábamos, pero él no se pensó que yo corría, ni yo pensé que él organizaba una maratón. Cuando organizó la primera, fui yo y gané. Él se sorprendió un poco y entonces entablamos una amistad. Gracias a él yo pude hacer el profesorado de educación física en el instituto Amici. El premio de la carrera era una beca para hacer un curso de profesor. Estoy eternamente agradecido a Fabián Amici que me dio la posibilidad de recibirme de profesor. Con eso se me abrieron muchas puertas”, explica. Su hambre de conocimientos no termina allí. Juan tiene previsto hacer la licenciatura en educación física aplicada al entrenamiento.
Rosario Calleypista está compuesto por 50 atletas. “Tratamos de trabajar con chicos. Ahora vienen en 2018 los Juegos Olímpicos de la Juventud (en la ciudad de Buenos Aires). A nivel municipal, provincial y nacional se trabaja muy bien. Quieren formar un grupo de atletas que nos represente muy bien en ese evento”, comenta.
Un mozo perseverante
Juan es mozo en el Comedor Balcarce desde 1983. Encontrarlo allí con la bandeja no es una tarea difícil. “Esto es todo también para mí. El atletismo, mi familia y el comedor son parte principal de mi vida diaria”, confiesa.
Los dueños del restaurante siempre supieron darle concesiones para que el nacido en Ceres siga siendo atleta. “Yo estoy eternamente agradecido a los dueños que siempre me brindan la posibilidad de irme un rato antes o darme el permiso de faltar. Nunca me pusieron obstáculos en ese sentido. A veces yo no quería ir a muchas carreras por el tema económico. Yo siempre que conseguí el dinero para participar nunca tuve obstáculos. Mi carrera atlética se vio favorecida siempre porque yo conseguí este trabajo y los dueños siempre tuvieron una actitud muy positiva conmigo”, resalta.
Interview with the athlete Juan Gorosito. Published in Mirador Provincial weekly section inside Buenos Aires's Clarin. December 2014. Unedited material.
Juan Domingo Gorosito es un ejemplo de constancia. A sus 51 años, sigue compitiendo en gran nivel en carreras de atletismo de media y larga distancia. Y también continúa como mozo en el Comedor Balcarce, un restaurante tradicional en Rosario.
Si uno se sienta en el Comedor Balcarce en Rosario y es atendido por Juan, difícilmente perciba nada singular. Es posible que advierta que el mozo es alto, muy flaco y usa lentes, pero nada más. Sin embargo, Juan, Juan Domingo Gorosito, es un atleta veterano de gran nivel además de entrenador de atletas. A lo largo de los años, se codeó con los mejores del país y se mantiene, en su categoría, entre los más competitivos. Todo ello sin dejar su trabajo añejo, atender las mesas en el restaurante de Balcarce y Brown.
Gorosito demostró su vigencia deportiva días atrás en la media maratón (21 kilómetros) de Buenos Aires organizada por Adidas en donde fue segundo en la franja de entre 50 y 54 años. “Fue la más numerosa de Sudamérica con más de 20.000 participantes en total”, afirma Juan.
Él nació en Ceres. Allí comenzó a correr. “Empecé en el primer año de la secundaria cuando se hacían los viejos Juegos Evita. Después yo me mudé a Rosario y en el primer club donde corrí fue en Newell’s”, explica. El atleta veterano llegó a la Cuna de la Bandera en 1980 y comenzó con las prácticas deportivas en 1984.
Primero corrió en los 5.000 metros, pero luego amplió su espectro competidor a los 1.500, 3.000 con obstáculos, 10.000, media maratón y maratón. Su deuda pendiente son las ultramaratones, según afirma. Estas pruebas de 100 kilómetros se disputan en pistas de 400, 1.000 o 2.000 metros.
En los 3.000 obstáculos, el nacido en Ceres fue de los mejores de Argentina en los ’80 y los ’90. “En esa época, tuve la suerte de competir con los mejores corredores argentinos de todos los tiempos. Los récords que se hicieron cuando yo participé están casi todos vigentes”, asegura. El más destacado de los fondistas nacionales de aquella época fue Antonio Silio. Otro gran competidor de Gorosito fue Oscar Amaya.
Colgar las zapatillas no está en sus planes. Tras su apogeo años atrás, Juan siguió corriendo con regularidad. “Pasaron los años y empecé a competir como atleta máster. Como veterano tuve grandes satisfacciones. Santa Fe tiene el CAVS, el Círculo de Atletas Veteranos Santafesinos, donde están anotados todos los registros. Ahí hay varios récords provinciales míos en 35 a 40 y 40 a 45”, consigna.
La faceta como entrenador
Como muchos atletas veteranos o retirados, Gorosito entrena deportistas jóvenes en el grupo llamado Rosario Calleypista. Él mismo cuenta cómo logró el profesorado de educación física para estar mejor preparado para esa labor. “Acá venía siempre a comer un señor con su señora. Yo los atendía y hablábamos, pero él no se pensó que yo corría, ni yo pensé que él organizaba una maratón. Cuando organizó la primera, fui yo y gané. Él se sorprendió un poco y entonces entablamos una amistad. Gracias a él yo pude hacer el profesorado de educación física en el instituto Amici. El premio de la carrera era una beca para hacer un curso de profesor. Estoy eternamente agradecido a Fabián Amici que me dio la posibilidad de recibirme de profesor. Con eso se me abrieron muchas puertas”, explica. Su hambre de conocimientos no termina allí. Juan tiene previsto hacer la licenciatura en educación física aplicada al entrenamiento.
Rosario Calleypista está compuesto por 50 atletas. “Tratamos de trabajar con chicos. Ahora vienen en 2018 los Juegos Olímpicos de la Juventud (en la ciudad de Buenos Aires). A nivel municipal, provincial y nacional se trabaja muy bien. Quieren formar un grupo de atletas que nos represente muy bien en ese evento”, comenta.
Un mozo perseverante
Juan es mozo en el Comedor Balcarce desde 1983. Encontrarlo allí con la bandeja no es una tarea difícil. “Esto es todo también para mí. El atletismo, mi familia y el comedor son parte principal de mi vida diaria”, confiesa.
Los dueños del restaurante siempre supieron darle concesiones para que el nacido en Ceres siga siendo atleta. “Yo estoy eternamente agradecido a los dueños que siempre me brindan la posibilidad de irme un rato antes o darme el permiso de faltar. Nunca me pusieron obstáculos en ese sentido. A veces yo no quería ir a muchas carreras por el tema económico. Yo siempre que conseguí el dinero para participar nunca tuve obstáculos. Mi carrera atlética se vio favorecida siempre porque yo conseguí este trabajo y los dueños siempre tuvieron una actitud muy positiva conmigo”, resalta.
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